Cambiamos ojos por cielo sus palabras tan dulces, tan claras cambiamos por truenos 
Sacamos cuerpo, pusimos alas y ahora vemos una bicicleta alada que viaja por las esquinas del barrio, por calles...
















Pasan los años y tu recuerdo sigue vivo en mi corazón. ¡Lo que te extraño no tiene nombre viejo!

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